Las FRACTURAS DEL SUELO O PISO ORBITARIO pueden ser directas con afectación del reborde orbitario o indirectas por estallido sin compromiso del reborde. Las fracturas en estallido ocurren por aumento de la presión súbita que desplaza los contenidos hacia el vértice y el hueso se fractura en sus puntos más débiles en la parte posteromedial del hueso maxilar. El contenido orbitario: grasa y músculo puede prolapsarse o quedar atrapado en el seno maxilar.
Los signos pueden ser diplopía vertical, limitación para elevar o deprimir el globo ocular, dolor a los movimientos oculares o restricciones en otras posiciones de la mirada que sugieren lesiones nerviosas o generalizadas de los tejidos blandos. Si existe atrapamiento muscular la prueba de ducción pasiva es positiva. El enoftalmos, la hipoestesia en el territorio del infraorbitario y enfisema son comunes.
La mayor parte de las fracturas por estallido no requiere cirugía, se indica esteroides y se observa su evolución, a menos que el paciente presente diplopía y tenga limitación marcada para elevar o descender, si el enoftamos es mayor a 2 mm y si la fractura es extensa y compromete la pared medial.